viernes, 9 de mayo de 2014

LA LECTURA ES UNA DELICIOSA TRAVESURA IMPOSIBLE DE EVITAR
Por: Rosa María Bedoya

Tenía cinco años cuando aprendí a leer. Que había aprendido antes de tiempo, decía la maestra. A mí me parecía haber esperado toda una vida hasta que llegó el día en que por fin pude leer por mí misma. El mundo se iluminó. Podía leer los carteles en la calle, las etiquetas de los productos, las instrucciones de los juegos y sobre todo... los cuentos.

No había texto que pasara desapercibido para mí. Leía de todo y a toda hora: desde el chisguete de la pasta de dientes hasta la envoltura del paquete de galletas. Algunos textos eran más entretenidos que otros, otros más instructivos. Pronto aprendí a distinguir cuáles eran los que me eran útiles, cuáles necesarios y cuáles divertidos.

Entre los divertidos estaban los cuentos, los chistes (historietas) y los suplementos infantiles de los periódicos. Y en ellos me sumergía cada vez que podía... Así he recorrido muchos mundos, he sido sirena, princesa, guerrera y hasta bruja. He salvado el planeta, he visto de cerca a los dinosaurios, los delfines y a las ballenas. He llorado, he reído, pero siempre he disfrutado este juego que no tiene reglas, que no tiene perdedores ni ganadores y que no termina nunca mientras tú no lo desees.

Me gusta jugar, sí. Claro que sí. Leer es una forma de jugar a que ya no eres tú sino un personaje especial. El que tú quieras. Atrévete, cómete esa deliciosa aventura: elige un libro y disfrútalo con calma como debe ser. Y cuando lo hayas terminado compártelo con tus amigos. Pronto verás que leyendo más, hasta los juegos serán más divertidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario