martes, 13 de mayo de 2014

CREE QUE TIENE RAZÓN

EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERU (T.C.)

Los países civilizados tienen Tribunal Constitucional. Y es por una simple razón: porque en los países civilizados la Constitución, que es el contrato social que garantiza el equilibrio de las fuerzas y la convivencia pacifica de los contrarios, se suele respetar.
Pero en las llanuras salvajes como el Perú, donde los cocineros son cotizados pero los físicos nucleares se tienen que largar aunque sea a la Argentina para sobrevivir, la constitución es una colección de papeles mojados, un libro de humor involuntario, una lista de consensos palabreros escritos con la convicción de que jamás podrán cumplirse.
Y si la constitución es burlada todos los días por todas y cada una de las autoridades,¿Qué diablos es entonces el Tribunal Constitucional? Pues lo que es ahora: un antro apristón, la madriguera de las sentencias delivery, el servicio de limpieza de los cochinos.
Que el Perú tenga un Tc es como si los burdeles tuviesen capilla, los cirujanos plásticos consideración y las vacas sostenes de Victoria´s Secret.
La Constitución  que el TC alanista debería defender  dice por ejemplo: “El Estado propicia el acceso a la cultura y fomenta su desarrollo y difusión” (articulo segundo, inciso 2). ¿No es un cague de risa?
Dice también este evangelio de comediantes: “El estado reconoce y protege la pluralidad étnica y cultural de la Nación. Todo peruano tiene derecho a usar su propio idioma ante cualquier autoridad mediante un interprete” (articulo segundo, inciso 19). Pregúntele al racismo erecto si esto se cumple. Pregúntele a Hilaria Supa.
Fabula así este mamotreto que supera a Ña Catita: “Toda persona es considerada inocente mientras no se le haya declarado judicialmente su responsabilidad” (articulo segundo, inciso 24). Risas de los medios de comunicación cuando reservan la frase “supuesto delito” solo a los casos que involucran al blanquiñosisimo. Porque todos los negros, indios, y cholos son, de frente y con foto del RENIEC, culpables de los que la policía tenga a bien.
Mas humos de sal gruesa: “Los medios de comunicación social deben colaborar con el Estado en la educación y en la formación moral y cultural” (articulo 14). Como se recordará, la prensa chicha y la seria que se vendió acataron ese mandato casi al pie de la letra. Y la prensa de hoy, empezando por “Trome” y terminando en “Exitosa”, es un fiel reflejo del “espíritu constitucional”.
Siguen los chistes de nuestra Carta Magna con su articulo 68: “El estado esta obligado a promover la conservación de la diversidad biológica y de las áreas naturales protegidas”.
Firmable por Eduardo es este juramento: “El Estado  promueve el desarrollo sostenible de la Amazonía con una legislación adecuada” (articulo 69).
Y aquí viene lo mejor: “El Estado apoya preferentemente el desarrollo agrario” (articulo 88). Chaplín es un adefesio. Groucho Marx es aburrido ante esta epopeya de la carcajada.
Y la cereza en el helado quizás pueda ser esta. “Las Comunidades campesinas y las Nativas tiene existencia legal y son personas jurídicas. Son autónomas en su organización, en el trabajo comunal y en el uso y la libre disposición de sus tierras, así como en lo económico y lo administrativo, dentro del marco que la ley establece. La propiedad de sus tierras es imprescriptible, salvo en el caso de abandono previsto en el artículo anterior. E estado respeto la identidad cultural de las Comunidades campesinas y nativas” (articulo 89). La Constitución del Perú es un libro de pendejadas, cinismo en ristre, sarcasmo por toneladas. Es el libro más chistoso que se haya escrito en la literatura peruana. La Constitución del Perú debería llevar la firma del Guasón.
¿No ven que el tal Ernesto Álvarez se parece ya al enemigo mayor de Batman?

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